sábado, 30 de abril de 2016
viernes, 29 de abril de 2016
EL DÍA QUE CAMBIE
EL DÍA QUE CAMBIE
Y así, después de esperar tanto, un día como cualquier otro decidí triunfar.
Decidí no esperar las oportunidades sino salir a buscarlas.
Decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución.
Decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis.
Decidí ver cada noche como un misterio a resolver y cada día como una nueva oportunidad de ser feliz.
Aquel día descubrí que mi único rival no era más que mis propias
debilidades, y que esta la única y mejor forma de superarlas.
Aquel día comencé a ser fuerte, feliz de verdad, gracioso. Aquel día dejé de temer por cada vez que perdía y sentí que para vencer no es necesario ganar.
Vi que dar lo mejor de mí me hacía feliz, así no fuera el primero, así no me coronaran o me aplaudieran.
Sentí nuevamente que el único rival es uno mismo.
Descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui, me dejó de importar quién ganara o perdiera, ahora me importa simplemente sentirme mejor que ayer.
Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar de subir.
Pero también vi que a veces se cae y que el único camino es pararse y seguir.
Aprendí que el mejor triunfo que puedo adquirir es tener el derecho de llamarle a alguien "amigo".
Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento, "el amor es una filosofía de vida".
Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente; aprendí que nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás.
Aquel día decidí cambiar tantas cosas, aquel día aprendí que los sueños son
solamente para hacerse realidad, desde aquel día ya no duermo para
descansar. Ahora simplemente duermo para soñar.....
Recuerdo que antes que yo naciera
Recuerdo que antes que yo naciera, estaba preocupado porque no conocía el mundo al que llegaría.
Entonces le pedí a Dios instrucciones para vivir en esta tierra.
Dios acercó su voz a mi oído y me dijo:
Sé como el sol. Levántate temprano y no te acuestes tarde.
Sé como la luna. Brilla en la oscuridad, pero sométete a la luz mayor.
Sé como los pájaros. Come, canta, bebe y vuela.
Sé como las flores. Enamoradas del sol, pero fieles a sus raíces.
Sé como el buen perro. Obediente, pero nada más a su Señor.
Sé como la fruta. Bella por fuera, saludable por dentro.
Sé como el día. Que llega y se retira sin alardes.
Sé como el oasis. Da tu agua al sediento.
Sé como el río. Siempre hacia adelante.
Sé como la luciérnaga. Aunque pequeña, emite su propia luz.
Sé como el agua. Buena y transparente.
Sé como José. Cree en tus sueños.
Sé como Lázaro. Levántate y anda.
Y sobre todas las cosas, Sé como el cielo: la morada de Dios.
Señor, no permitas que me quede donde estoy.
Ayúdame a llegar donde Tú quieres que yo esté.
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